Para escribir este artículo; he preferido centrarme en los discos que sacó Tilo Wolff en solitario de entre los cuales he acabado rescatando este; ya que me parece deliciosa la forma en que mezcla ese oscuro sonido que es marca de la casa del conjunto, con una austeridad en los sonidos que lo acercan al minimalismo y la música ambiental sin caer en la monotonía gracias a delicados pases instrumentales y a la canción que da al LP título; que ofrece un punto de inflexión sorprendente en la odisea que representa este disco entre PIL y Brian Eno, ya que nos encontramos de frente con alrededor de 5 minutos de música puramente medieval.
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